sábado, 12 de diciembre de 2009

LAS COMPARACIONES SON ODIOSAS

Las comparaciones son odiosas Lucas, eso es así desde que el mundo es mundo. No faltarán quienes te compararen con tu madre cuando en un arranque de mala leche decidas mandar a tomar viento a todo Dios:

- Tiene el mismo cáracter que la madre- dirán-. El mismo genio mirad, igualito que su madre.

Tampoco faltará quien te mente a tu papá cuando en el último momento (cuando todo el mundo esté preparado para salir) decidas que tienes que ir al baño. La vida es así de dura. Las comparaciones te van a perseguir durante el resto de tu vida y por mucho que te empeñes en esquivarlas ahi estarán ellas. El secreto es llevarlo con dignidad y con la cabeza bien alta. Te pongo un ejemplo:

Tu tía Ana nació un primaveral 31 de marzo, la primera retoña de un matrimonio, una niña rosada y bastante rollizo (Ella lo niega, no asume que era un bebé gorduno). El caso es que según tu abuela Luisi, tal era la belleza de esa niña rolliza (gorda vamos) que llamaba la atención allá por donde iba. Cuatro años más tarde llegué yo al mundo... Y AHÍ EMPEZÓ MI CALVARIO CON LAS COMPARACIONES. Vamos, no había abandonado casi el útero de tu abuela y ya me andaban comparando con tu tía:

- Ay, no es tan guapa como la hermana pero es muy graciosa- decían refiriéndose hacia mi persona.
Que no te engañen Lucas, cuando un adulto se refiere a ti como un "niño gracioso" te está llamando en realidad poco agraciado o directamente feo. Toda mi vida soportando la misma anécdota (con el pitorreo incluido) cada vez que la abuela Luisi decide compartir las primeras impresiones de sus partos con el resto...UN DRAMA.
Y eso sólo es el principio, siempre habrá alguien más listo que tú, más bueno, más obediente, alguien que sume y reste mejor que tú, alguien que dibuje mejor que tú (desde luego que si sales a tu madre que no te quepa la menor duda¨porque como heredes mic apacidad artística lo llevas de color pobre mío) y así un sinfín de comparaciones que te perseguirán por más que intentes darles esquinazo.

Fíjate que no has nacido  aún y ya hay quien ha empezado a compararte:

- Es un gracianín- decimos tu abuela, tu tía y yo-. Esa nariz es graciana total.
- Es igual que su padre- aseguran otros.
- A MI SE ME PARECE AL DUENDE DE LA ONCE!!- dijo el tito Gus quedándose más a gusto que un arbusto tras contemplar tu felicitación navideña.

Y he aquí el duende de la Once:



Si Lucas, es injusto lo se, es doloroso lo sé, hace hasta daño a la vista, soy consciente de ello. Pero ya te he dicho que la vida es dura. Este engendro, esta especie de mezcla entre un gremlin cabreaó y un trol con cara de estreñido es lo más parecido que ha encontrado el tito Gus con tu persona. SIN COMENTARIOS



No hay comentarios:

Publicar un comentario