lunes, 31 de enero de 2011

Babear...

Demasiado tiempo sin aparecer por aquí sobrino, tu madre me anda acusando de que me paso el tiempo enganchada a las compras y te tengo en el olvido, pero nada más lejos de la realidad sobrino, el problema es que tu supertita querida del alma salió con una capacidad fantástica para la matematicas y una total nulidad para las letras, eso y que tengo miedo a sentarme delante del ordenador y jodérselo a tu tito ahogándolo en babas. Si sobrino, porque eso es lo que hace tu tita cada vez que habla de ti, babear cual caracol cachondo, bueno, tú también babeas contínuamente, pero a tu edad está bien visto. Babeo cuando te quedas en mi casa y me despiertas con una sonrisa que es capaz de eclipsar el sol, incluso cuando te ignoro y me golpeas con el chupete, qué estilazo sobrino, no creo que haya nadie en el mundo capaz de tirar el chupete con esa maestría y eso que el chupete va acompañado de un precioso sujetachupetes de madera maciza… Babeo cuando me echas los brazos, incluso cuando ese abrazo va acompañado de un beso que consiste en clavarme tus afilados piñitos en mi nariz y que me hacen ver todas la estrellas… Babeo cuando pataleas como un loco encima de mi cama después de ducharte aunque dicho pataleo vaya acompañado de una meadita encima de mi colcha recién lavada… Babeo cuando te pones como un loco y te ríes a carcajadas mientras te hago cosquillas, incluso aún cuando tanta risa vaya acompañada de un moco gigantesco aterrizando sobre mi precioso jersey de Karen Millen… Babeo cuando intentas que te preste atención aunque tanto ímpetu acabe con mi uña negra y aplastada contra la puerta del mueble… Babeo cuando te ayudo a dar tus primeros pasitos aunque eso acabe con mi huesos en un fisioterapeuta porque tus casi once kilitos empiezan a pesar… Babeo todo el tiempo sobrino porque es lo único que se puede hacer a tu lado, babear…

martes, 25 de enero de 2011

BATALLAS VARIAS

Vamos a hablar de momentos memorables, esos que nos hacen estallar de risa a pesar de su dramatismo y nos hacen sentirnos afortunados por poder vivirlos cada día. Ese momento trágico en el que tu tía, en su afán por liberarte de tu sudadera y que no murieras de un ataque de sarampión, te bajó la cremallera con tanta fuerza sin reparar en que un trocito de tu carne había quedado atrapada en la cremallera de marras. Ay como llorabas mi pobre niño! Ay esos alaridos que resonaban por todo el portal. Y tu tía del alma tratando de calmar un dolor de oído que no era tal (tenías otitis) mientras tú te encabronabas más y mas incapaz de gritar COÑOOOOOOOO QUE ME ESTÁS PILLANDO LA CARNE OSTIAS YA. Ay mi pobre niño que lagrimones tenías... Bueno, a simple vista no parece muy divertido pero algún día te reirás de esto, o eso, o te vengarás de tu tía cuando esté ya gagá cerrándole la botella de oxígeno.Y seguimos con tus dramas, a falta de males (alergias, tos típica del fumador que lleva toda la vida enganchado al cigarrito, y una extraña dependencia a la leche esa que tomas de olor nauseabundo) le sumamos un deposito de mocos que no es de este mundo. Si, estamos ante otro momento escatológico de esos que dan tanta grimilla y que siempre están presentes en las sobremesas gracianas... El caso querido es que estas condenado a convivir con ese artefacto del demonio causante de tus peores pesadillas... Ay mi niño como se rebela retorciéndose y tratando de zafarse de ese absorbe mocos que con tanta fuerza sorbe tu madre... Créeme, nadie mas que yo sorberá tus mocos con tanta determinación.

Y si hablamos de grandes momentos tuyos no podemos pasar por alto tus clases de natación, seamos francos, nadar, nadar sigues sin nadar mucho, pero ojo! Que a voluntad no te gana nadie.

Corría una tranquila tarde en las cálidas aguas de la piscina, nada hacía presagiar el terrible desenlace de tanta calma acuática. Como cada día a final de la clase, y como recompensa a tanto esfuerzo por parte de los pequeños nadadores, Roberto, tu profe, dio la orden semanal de sentaros todos en círculo encima de la balsa para jugar un ratejo. En escrupuloso orden repartió un juguete a cada niño, repito, uno para cada niño con la clara intención de que no hubiera peleas. Ahí estaba el pequeño Javi, el “gateador” más rápido, evaluando la situación para trazar su maléfico plan. Y ajenos a tal malignas intenciones disfrutaban sus víctimas del placer de mordisquear un juguete de goma. Solo unos segundos fueron suficientes para que el pequeño Javier se pusiera en posición de ataque y a una velocidad de vértigo se apropiara de todos los juguetes babeados de sus compañeros. El canijo gateador se hizo con todos los juguetes menos el tuyo. A una distancia considerable, y manteniendo siempre el perímetro de seguridad en torno a este individuo en miniatura, estabas tú, relajado y encantado con una pelota.

Aun conservabas tu juguete pese al altercado acontecido segundos antes. Un cruce de miradas fue suficiente para que el pequeño malhechor reparase en que aun había un juguete del que no se había apoderado y allá que fue dispuesto a rematar la ilícita faena. Pobre bebe mío que en décimas de segundo te arrebataron tu pelotita mientras estupefacto no dabas crédito a cuanto allí acontecía. - ¿Pero como es posible que mi preciosa pelota, que hace un segundo estaba en mis manos, se haya desintegrado y ahora solo quede la nada de mis manos vacías?- parecías preguntarte sin poder articular palabra. Ahí estaba, frente a ti, sonriendo mientras sostenía su triunfo restregándote su bochornosa actuación, regodeándose de su maléfica hazaña. - A Dios pongo por testigo que nunca mas volverán a quitarme los juguetes, que nunca mas en mi presencia se le arrebatara a ningún niño un juguete babeado, yo haré justicia ,y tu, si tu, enano terrorista te vas a cagarrrrr- gritabas enfurecido sin que nadie mas (salvo tu madre que tiene el don de leer cada uno de tus pensamientos) pudiera oírte. Pensarlo y ejecutarlo fue todo uno, en una transformación casi diabólica dejaste de lado tu permanente estado pachorra y presa de un ataque de ira te lanzaste sobre el pobre Javier arrancándole de cuajo su gorro de baño y aferrándote a sus cuatro pelitos mientras clavabas tus pequeños paletillos en su tierna cabecita. Pobre Javier! Cuan prodigiosa es la garganta de ese pequeño malhechor! Que alaridos daba esa pobre criatura que resonaron a lo largo y ancho de toda la piscina. Y a pesar de los esfuerzos de su padre por zafar a su hijo de tus manos no lo conseguía, y ese padre tirando de su hijo, y yo tirando de ti, y tu enloquecido gritando poseído por una fuerza descontrolada...

Debería decirte que eso está muy feo y que esas cosas no se hacen pero ¡ay pequeñito! Es que estabas tan gracioso, tan, tan gracioso. Al padre del pequeño Javier no le hizo ninguna gracia también te digo. Pero es que no acaba aquí esta historia mi niño, una semana más tarde, y atormentado por la culpa, Javier y tú os volvisteis a ver las caras en la piscina. Como cada semana llego el final de la clase y el ritual de todos los viernes, los pequeños nadadores todos en circulo disfrutando y dando buena cuenta de los manjares de goma. Allí estaba, al otro lado de la colchoneta el pequeño Javier, y en esta ocasión fue el quien salvaguardó la distancia de seguridad por lo que pudiera pasar. Una vez mas, y poseído por una fuerza brutal te abalanzabas sobre la pequeña bestia parda.. Pero esta vez­­…. ¡Para comértelo! Le babeabas y el pequeño Javier llora que llora, y le comiste los carrillos y el pobre Javier llora que llora, y te aferrabas a su cuello buscando unos mimos no correspondidos... Y el pobre Javier llora que llora... ¡¡Cuanta incomprensión pequeñito por parte del pequeño Javier!! No supo entender tan cariñosas disculpas. Y al padre del pequeño Javier, una vez más, no le hizo ninguna gracia. Yo lo digo siempre pequeñito, si es que la gente es muyyy rancia!
En otro orden de cosas y aprovechando esta distendida charla te cuento que sigues haciendo avances en tu lento (espero) camino hacia la madurez. Has aprendido a dar palmas, y no unas palmas cualquiera sino ¡¡¡PALMAS FLAMENCAS!!!! Claro, que aun no has entendido que las tres de la madrugada no son horas para ponerse a dar palmas. Ya comes huevos, comes pescado, has pasado de beber leche con olor a queso putrefacto para bebés, a tomar leche con olor a huevo putrefacto pero para niños... Sigues dejando claro que tienes todo un carácter y una mala leche solo comparable a la de tu madre... Pero a mi me encanta mi niño.

Ya empiezo a echarte de menos a medida que creces y se que algún día me arrepentiré de no haber complacido tus únicos deseos, pasarte todo el día en mis brazos agarrándome la mano, se que no tardará en llegar el día en que sea yo quien tenga el único deseo de estar abrazada a ti todo el día y pensaré que en su día debí haberlo aprovechado más...Aquí te dejo las últimas fotitos, en la pelu, queríamos arreglarte un poco el pelo para ir dejándotelo larguito pero hemos aprendido una nueva lección: da igual que la pelu sea de niños o de adultos, la peluquera siempre hará con tu pelo lo que a ella le salga de los güebos. He dicho.



















Aterrado con la visión que tenías delante... LOS DIABÓLICO Y ESPELUZNANTES CANTAJUEGOS

















En tensión temiendo lo inevitable... eso no es lo que tu querías. Siempre pasa.

















No se puede ser más bonito... y no es amor de madre


lunes, 10 de enero de 2011

Mañana es tu cumple mes Lucas, DIEZ MESES ni más ni menos, qué deprisa pasa el tiempo mi niño, y ahora que duermes a mi lado, que puedo observar cada uno de tus gestos, de tus ruidos mientras duermes no dejo de pensar que a pesar de disfrutar de ti 24 horas al día me siguen faltando minutos y segundos para dedicártelos a ti. Hemos dicho adiós al 2010, no ha un año fácil para nosotros, hemos reído mucho, pero también hemos llorado, hemos deseado mil veces que las cosas fueran de otra manera, hemos pasado buenos momentos, pero también malos, hemos pasado miedo mi niño, mucho miedo, no sabíamos qué iba a pasar cuando tu llegaras y a veces la incertidumbre te juega malas pasadas. Pero si de algo estamos seguros es de que el 2010 ha sido nuestro año, el año de nuestras vidas a pesar de los pesares. El 2010 nos ha dejado el mejor regalo que nadie podía hacernos.



Tu llegaste a nuestras vidas en el 2010 y sólo por eso ya ha merecido la pena vivir todo lo demás. Hace poco más de un año vivíamos las primeras Navidades cerca de ti, emocionándonos con cada una de tus patadas, aferrados a esa primera foto tuya ante la que no quedábamos embelesados una y mil horas, ansiosos de que llegara el momento por fin de tenerte en brazos. Un año pasa muy deprisa y aun ahora parece mentira que por fin estés aquí viviendo a nuestro lado las que serán también las Navidades de nuestra vida porque tu estabas cerca.

Hemos soñado contigo durante tanto tiempo, hemos deseado con tanta fuerza que llegara este momento solo por compartirlo contigo que no puedo evitar cierta tristeza al pensar que ya se ha acabado, que esa magia que todos los años ha reinado en casa de tu abuela se hacía presente un año más en torno a ti.Por fin se acabaron las obras en casa de tu supertira querida del alma, todo listo, preparado, radiante para que estas primeras Navidades a tu lado fueran tan perfectas que jamás las olvidásemos. Y así fue. La cena de Nochebuena, deseando que llegaran las doce para abrir la docena de regalos que debajo del árbol te esperaban, los lagrimones de tus tíos cuando descubrieron que
Santa Claus había traído un regalo muy especial en tu nombre, y tu cara de pánico al descubrir que un Papa Noel mondonguero se empeñaba en cargarte en brazos. ¡¡Pobre niño mío!! Que alaridos salían de tu garganta aferrado al cuelo de tu tío y tratando de escapar de semejante personaje..Algún día, dentro de mucho, mucho tiempo, desenmascaremos juntos al responsable de tanto espanto, pero eso será dentro de muchoooooooo tiempo.

Hemos dicho adiós al 2010 no sin pena mi niño, porque con el se nos va parte de lo que hemos vivido, lo que nunca más volveremos a vivir ya, y también con cierto miedo jugando a adivinar que nos deparará el tiempo. No he podido evitar sentir verdadero pánico preguntándome qué pasará si algún día llega el momento de separarnos en estas fechas. Lo se, dramatismo maternal, es cierto, pero después de haber vivido estas primeras Navidades a tu lado, deseando tenerte cerca en todo momento, no soportaría que no vivieras del mismo que yo ciertas cosas. Pasará, y tendremos que afrontarlo como afrontamos todo en esta vida, pero va a dolerme tanto mi niño que ya me estoy retorciendo solo de pensarlo. Pero cambiemos de tema que soy de lágrima fácil.

La casa se tu supertita querida del alma volvió a abrir sus puertas para disfrute de todos en la tradicional fiesta temática de fin de año, y recién salidos de los Pilares de la Tierra, el clan al completo nos sentamos a la mesa para despedirnos del año viejo dando la bienvenida al 2011. Las uvas te las comiste mi niño, no precisamente a media noche que era cuando tocaba, pero bueno, las devoraste a la hora de la merienda. Media hora antes de que llegara el momento culmen de la noche decidiste ignorarnos y dormirte placidamente en el pasillo.


Ay ilusos de nosotros que pensamos que tanta fiesta te había derrotados…Estabas cogiendo fuerzas para renacer cual ave fenix de tus cenizas a la una de la mañana y darlo todo en medio de la fiesta que se montón en una improvisada pista de baile, donde, he de decirlo, tu padre lo dio todo…



Te dejo mi niño tus caras mas bonitas…imposible captar, por bueno que sea el fotógrafo, lo precioso que eres y lo feliz que nos haces a todos.















Huyendo del Papa Noel mondonguero














Preparandonos para la noche tematica












El mayor tesoro de las abuelas
Elmo te quiereeeeeeeee















Asi recibe Lucas el año nuevo














Enganchado al ordenador desde la mas tierna infancia














Sonriente la mañana de Reyes
Comida de Reyes...después de un buen ranto berreando

Esto es otra cosa mamiiiiiiii...que gusto mi silla nueva













Flanqueada por mis dos principes



Esto si que es la adoración y no la Virgen esa...