miércoles, 5 de septiembre de 2012

Mañana es tu gran día bebé, o mejor dicho, mañana es el dia que llevamos retrasando los dos desde que nos vimos por primera vez, el día de separarnos (aunque sea sólo cuestión de horas). No puedes imaginarte lo mucho que me duele mi niño, y tendrán razón los que aseguran que es lo mejor para los dos, sobre todo para ti, pero ni eso es un consuelo ni puedo evitar que el corazón me palpite a mil por hora sólo por la mera idea de saberte lejos de mi. La decisión es nuestra, y no creas que no nos ha costado, lo hemos retrasado todo lo posible, pero si bien a mi se me rompe el corazón en mil pedazos cada vez que te veo decirme adios con la manita, también se me encoge el alma cuando se te ilumina la cara al ver a otros niños, cuado ries con ellos, cuando juegas con ellos...No puedo privarte de eso por mucho que me duela separarme de ti.

Y es ahora, cuando no puedo retrasar más lo que ocurrirá dentro de apenas unas horas, cuando recuerdo todos esos momentos que me has regalado, y me parece mentira que el tiempo haya pasado tan deprisa. No puedo ni siquiera recordar en qué momento empezaste a crecer, recuerdo sin embargo todos esos regalos que a lo largo de estos casi tres años me has entregado. Tu primera sonrisa con apenas diez días, tus primeras carcajadas, las primeras lágrimas, la primera caída, tu primera palabra, el primer paso...Creces tan deprisa que nos faltan horas a los dos para disfrutar el uno del otro. Te estás haciendo tan mayor mi niño, y yo estoy tan, tan orgullosa de ti que no puedo seguir resistiendome a que sólo disfrutes a mi lado.

Me va a costar Lucas, me va a costar tanto o más que a ti, y por más que cierro los ojos tratando de imaginar las sonrisas que a partir de ahora te provocaran "otros", sólo puedo ver esa primera imagen que guardo en mi retina como el tesoro mas preciado, la primera que recuerdo, la nuestra, sólo los dos. También hubo lágrimas entonces, como las habrá mañana a pesar de que el furor te haga gritar por toda la casa "coliiiii, coliiii" (que no cole, asi es el idioma luquiano...). Y yo seguiré cerrando los ojos, seguiré observándote como lo hice en aquellas primeras horas que pasamos juntos y que fueron sólo nuestras. Seguiré emocionándome con cada uno de tus gestos, los de antes, los de ahora, los que vendrán y me volverán a romper por la mitad de pura alegría.

Mañana mi niño lindo, mi bebote precioso, el castigador más adorable del mundo camina solito sin agarrar la mano de mamá. Te deseo toda la suerte del mundo.

domingo, 3 de junio de 2012

El orinal

Madrid, Domingo, 3 de Junio de 2012
Hoy es un dia importante Lucas, ¡Hoy nos despedimos de los pañales!!! Son las once de la mañana y pese a la importancia de este momento Lucas se resiste a dejar de cantar!!!! No ha reparado en que el cubo de la fregona está preparado ya por lo que pueda pasar, tampoco parece haberse dado cuenta de que su culo ya no está envuelto en celulosa, ni siquiera el bob esponja que adorna ahora sus partes innobles le llama la atención. El orinal le provoca desconfianza y se empeña en llenar ese artefacto de todo lo que se encuentra. Al orinal han ido a parar una moneda de cico centimos, un cochecito y la tapadera del biberón... El dia se presenta largo....

LUNES, 4 DE JUNIO, 2012
A día de hoy Lucas puedo decir que la tan esperada "operación pañal" ha sid un estrepistoso fracaso. No sólo la fregona se ha convertido en una prolongación de mi brazo, sino que además el orinal se ha convertido casi en tu peor enemigo. Ese artilugio se causa un pánico sólo comparable al miedo atroz que me provocan a mi los baños comunitarios en los hoteles, campings y zonas comunes en general. Pero no es tu culpa mi niño, y mamá lo sabe, y tampoco es culpa del orinal, es tu vejiga que por lo visto es de un sensible que ni te cuento. Provista de un arsenal de calzoncillos sigo esperando de escuchar esas celestiales palabras que deberían salir de tus labios cuando el cosquilleo empieza a hacerse presente... "Mamá pis" pero ¡Ay amigo lo que nos va a costar eso!
Después de más de 24 horas emulando al Mannken Pis sólo hemos conseguido un par de intentos fallidos, diez calzoncillos sucios, dos pantalones empapados, dos tres camisetas humedas y unas chanclas que no se muy bien qué hacer con ellas, si lavarlas o tirarlas directamente a la basura.
Ricardo, mi antiguo profesor, y con antiguo no quiero decir anciano, que para estas cosas la gente suele ser muy sensible, sugiere una terapia positiva, una sardina por cada acierto en el orinal, como los delfines dice él. Y mira, yo no sé si los delfines piden pis, s i usan orinal o si ellos solos son capaces de tirar de la cadena, pero una cosa voy a decirte, si encima de cargar todo el día con la fregona, lavar a mano los calzoncillos y perseguirte por toda la casa con el orinal en la mano, tengo también que aguantar el pestufo de las sardinas.... ¡¡Te veo con pañales hasta los dieciocho!!
Esperemos que el proceso no se alargue demasiado, por el bien de la fregona, por el bien del orinal que empieza a tomarse tu rechazo como algo personal y sobre todo, por el bien de los clientes que tienen que soportar a diario el espectáculo de verte con el culo al aire corriendo de un lado a otro de la tienda.
Ah por cierto! Se me olvidaba mencionar el pequeño detalle sin importancia. No te culparé a ti, sino a tu caprochosa vejiga que ayer decidió darse por vencida encima de mi libro....Será un buen presagio y Celeste ha sido bendecida por el agüita de un angel??? Sea como fuere, el caso es que la pusiste de meados hasta las cejas corazón!!

miércoles, 11 de abril de 2012

La primera galleta de Lucas

Hoy, a 11 de Abril de 2012, mi niño ha degustado su primera galleta. Acontecimiento insulso a primera vista para él, que en su corta pero intensa vida nunca ha probado semejante manjar, es toda una fiesta. Con gusto y ganas se relame mi niño en un esfuerzo desmesurado por no decepcionar a nadie, sabiendo como sabemos que esa pasta mas parecida al cemento armado que a algo comestible, es incomible.
Pero asi es mi niño de agradecido con todo lo que se pueda masticar. Y yo me pregunto mientras reviso cuidadosamente todos los ingredientes de tan extraño manjar para cerciorarme de que despues de la ingesta mi hijo no parecerá un sapo.... Que le lleva a una persona a echarle a una galleta romero y tomillo? Si, querido Lucas si, esa pasta que engulles ademas de fibra como para provocar cagalera a todo Madrid, avena, semola, bicarbonato, soja y demas... Lleva romero y tomillo!!! Pero romero por qué? Y tomillo? En el pollo al chilindròn aun lo entiendo... Pero en una galleta??? En una galleta por qué tomillo? Por no hablar del aspecto de esa galleta, que yo he visto cadaveres con mejor cara...En cualquier caso hoy es un dia grande para mi bebé que apunta maneras para convertirse en el monstruo de las galletas integrales libres de leche y sueros lácteos... No quiero ni pensar que ocurrirá el dia que pruebes las galletas María!!!

miércoles, 28 de marzo de 2012

EL COCODRILO DEL ABUELO JUAN

Hoy me he acordado de papá, no del tuyo Lucas, sino del mío.Yo también tuve un papá Lucas, pero de eso hace mucho tiempo. Reconozco que a veces me das un poco de envidia cuando veo lo mucho que disfrutas del tuyo, lo mucho que disfrutáis el uno del otro. Tu papá te adora Lucas, pero eso ya lo sabes, y cuanto más  os observo a vosotros dos, y a pesar de que mi papá ya no está, más se me encoge el corazón pensando en todo lo que el mío debió quererme. Qué pena mi niño que no pudiera tener más tiempo, parar quererme más, para quererte a ti, porque se hubiese enamorado de ti nada más verte como nos enamoramos todos. Mi papá también era el mejor del mundo, seguro que pasó horas y horas mirándome tratando de adivinar cómo era posible quererme tanto, seguro que pensó alguna vez que el corazón se le iba a salir del pecho al verme sonreír. Estoy casi segura de que alguna vez pensó que era yo lo que hacia que la vida mereciera la pena vivirla sólo por estar cerca de mi. Mi papá seguro que también me hizo reír a carcajadas, disfrutándolas seguro más que yo, no puedo recordar aquellos momentos por más que lo intento, y me encantaría volver a vivirlos pero los vivo a través de ti, los disfruto a través de ti, los abrazo y me los bebo a través de ti que haces que por un segundo papá, mi papá, vuelva a estar cerca.

Mi papá Lucas era tan, tan bueno que removía el café por las mañanas con cucharas de plástico para no despertarnos a tu tía y a mi... Así era el abuelo Juan. Mi papá era tan, tan bueno Lucas que después de no se cuánto tiempo consiguió convencer a un segurata de discoteca de que dejara pasar a su niña de nueve años a ver el concierto de Glen Medeiros sólo porque a mí me hacía mucha ilusión verlo... Así era el abuelo Juan. Mi papá era tan, tan especial Lucas que podía convertir sus dos dedos índices en un cocodrilo ¡ UN COCODRILO! Es como si de repente hubieses sido tocado por una varita mágica, una varita graciana y lo único que llamara tu atención sean los cocodrilos, casualidades de la vida o no, es inevitable pensar en el abuelo Juan, es inevitable que a mi se me encoja el corazón cuando escucho esa vocecita de niño mágico gritar ¡¡COCO, COCO!! Y es entonces cuando recuerdo que el cocodrilo era grandeee, muy grandeeee, noooo, era muy pequeño, era chiquitito...Y la sonrisa de mi papá, y la tuya lo inundan todo, y pienso entonces que es imposible ser más feliz, sólo entonces tengo la sensación de teneros a los dos juntos a pesar de que nunca os hayáis visto, a pesar de que nunca os hayáis abrazado, pero estáis, estoy segura de que estáis los dos, cada uno con su cocodrilo.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que escribí, pero creces al mismo tiempo que mengua mi tiempo, prefiero disfrutarte cada minuto, ya habrá tiempo para sentarse juntos y contarnos las miles de historias que vivimos juntos. Está pasando el tiempo tan deprisa, y tú aprendes tantas cosas y tan rápido que a veces tengo la sensación de quedarme atrás y no poder alcanzar tu mano. Hace tiempo que dejaste de ser ese bebé embelesado con la vida que contemplaba con los ojos muy abiertos desde su carrito todo lo que ocurría a tu alrededor. Ahora más que nunca formas parte de todo eso a lo que antes no podías alcanzar, cantas, bailas, corres, y nos enseñas cada día un nuevo capítulo de tu peculiar lenguaje, nosotros aprendemos contigo.






Hemos aprendido que en la lengua "luquiana" todas las palabras son agudas, todas se acentúan al final y todas tienen una sola letra, la A. De ahí papáaaaa, mamáaaa, tatáaaa, yayáaaaaa, guá guáaaaaa. En luquiano sólo hay una palabra que admita la O, cocóooo, también acentuada en la última sílaba y acompañada claro está de un movimiento espasmódico de ambos brazos haciendo sonar la palmas. El luquiano se complementa con el lenguaje corporal de un sólo dedo, en concreto del dedo índice, para hacer hincapié, en el caso de tratar con gente que aun no domine tu lengua, el objeto a demandar, que normalmente es algún tipo de comestible, ya sea fruta, pan, aspitos, un cordero lechal etc...

Han pasado tantas cosas Lucas, no he tenido tiempo para contarlas, pero si para vivirlas, y cada una de ellas ha sido tan especial y tan perfecta que han quedado archivadas en ese lugar de mi memoria donde quedan grabados todos esos momentos especiales y únicos...En ese rinconcito está el cocodrilo del abuelo Juan, los golpetazos que tu bisabuela Victoria se daba contra el suelo cuando tropezaba con la alfombra del pasillo, el rapado de cabeza que se hizo tu tía cuando quiso conocer a los DNI (lo mas de lo más allá por los noventa), la paella más mala que comimos nunca en Pedro Muñoz, el pancuervo de tu tío Javi, la vomitona que papá nos echó a mamá a y la tía un día volviendo de fiesta. En ese rinconcito donde se guardan los tesoros que mamá esconde para vivirlos de vez en cuando está la hazaña de mamá acabando con todos los pelos de la brocha de afeitar del abuelo Juan, la manía de la abuela Luisa en que la tía y yo vistiéramos iguales, el viaje a Granada que acabamos en la cuneta porque el coche se negó a seguir andando, el concierto de Glen MedeirosLuisi cargando conmigo a hombros ante la vergüenza ajena de por entonces tu quinceañera tía...

En ese rinconcito he dejado hueco para todos los momentos que nos has regalado estos últimos meses, y los volveremos a contar, los volveremos a vivir, y nos reiremos una y mil veces, dándote las gracias en cada uno de ellos por poner de nuevo en nuestras vidas un cocodrilo