miércoles, 24 de febrero de 2010

ESPERANDO A LUCAS

Cuánta sabiduría en las palabras de tu supertita querida del alma pequeñín. A día de hoy, y pese a la charla que mantuvisteis ayer, sigues atrincherado en mi útero sin ganitas si quiera de asomar tu cabecita allá por las partes innobles para ver que es lo que se cuece al otro lado. Mal pequeñín, mal vas por ese camino porque la cabezonería la inventé yo, y cuanto más te empeñes tu en seguir ahí dentro más me empeñaré yo en que salgas. Ahora te parecerá una batalla perdida, nada puedo hacer para sacarte con lo bien agarradito que estés, pero AHHHHHHHHHH AMIGO, llegará el día en que tú yo saldemos cuentas pendientes… Déjame que fantasee por un momento:

- Mamá mamá, que he quedado con unos amigos para salir de fiesta, ¿puedo ir, puedo ir?
- ¿Perdona? ¿Me traicionan mis oídos? ¿has dicho que quieres salir? Pero si a ti no te gusta salir, pero si lo que más te gusta en el mundo es estar pegadito pegadito a mamá… anda, anda, tira para habitación que ahora mismo te llevo el parchís y nos echamos tu y yo unas partiditas, verás que bien lo pasamos…

No quiero con esto coaccionarte a nada pero…esto podría quedar en una mera recreación fantástica si te dignara de una vez por todas a salir de ese espacio que has hecho tuyo pero que te recordaré que es míooooooooooo. A día de hoy continuo dolorida, son cada vez más frecuentes tus patadas a mis costillas, a mis pulmones, es más, creo firmemente que no hay ni una sola parte de mi cuerpo que no haya sido marcada por las huellas dactilares de tus pincelitos. El cuarto de baño se ha convertido en el sitio más visitado con más de 30 visitas al día y el rollo de papel higiénico es casi una prolongación de m i propia mano. Es más, me atrevería a decir incluso, que es tal la cantidad de dinero que llevamos invertido en papel higiénico, que la empresa responsable se está pensando muy seriamente en hacerme socia de la compañía. Qué digo socia, en hacerme Presidente Honorífica por lo menos. A todo esto hemos de sumarle la terrible pérdida de mis tobillos, si, los he perdido, un día me levanté por la mañana y ellos ya no estaban, me habían dejado, habían partido a un lugar mejor sin retención de líquidos. En su lugar habían dejado dos masas de carne con un aspecto muy similar a las columnas de la catedral de la Almudena. No sin temor traté de buscarlos a lo largo y ancho de mis pantorrillas sin éxito… Pero no estaban, no sólo me había convertido en la morada de un okupa sin escrúpulos, sino además en Mª Jose Campanario. Si pequeñín si, este nombre que ahora mismo no te dice nada (y no será porque no lo has oído veces de boca de Belén Esteban) pero la susodicha tiene la peculiaridad de no tener tobillos, si lentejillo si, no tiene. Yo llevo toda la vida pensando que los tobillos están ahí para algo, que tienen una función más allá que la de adornarlos con las pulseritas que los hipies venden y que et dejan luego toda la marcaza azul de lo malas que son, pero en realidad está comprobado que los tobillos no sirven para nada. No sólo Mª José Campanario ha demostrado que están sobrevalorados, sino que yo misma he podido comprobar que en realidad no son necesarios, Yo hace semanas que perdí a los míos y la vida sigue como si nada. ¿Crees que alguien se ha apiado de mi por ello? ¿Se ha dignado a caso el Ministerio de salud a poner remedio a este terrible hecho? ¿Me han ofrecido su ayuda, su consuelo, su apoyo? NOOOOOOOO!!! Ni una sola palabra de aliento he recibido por parte de las autoridades.

Pero no creas que la perdida de mis tobillos ha sido el único mal trago de estas últimas semanas… Ahí no acaba mi calvario. A la horrible pérdida de esa parte de mi anatomía que tan sexy era (siempre he presumido de tener unos tobillos fantásticos y delgadísimos) hemos de sumarle la hinchazón también de mis piececitos y de mis manos. La desaprensiva de tu supertita querida del ala siempre ha sido de la opinión de que mis manos eran de cerdita y que tengo los dedos gordos ENVIDIOSAAAAAA. Lo que ocurre pequeñín es que tu tía tiene unas manos de brujilda, de viejuna, tan blancas, tan flacas, con los dedos flacunos y largos que dan un miedo que ni te cuento. Las mías por el contrario son mas agradables a la vista, más pequeñas, con los dedos más cortos, claro, que con esta retención de líquidos ocasionada en parte por tu negativa de salir aquí fuera, ahora más que unas manos parecen un catálogo de plátanos gordunos….Pies hinchados, manos hinchadas, infinitas visitas al baño a altas horas de la madrugada, problemas para dormir, cavidad abdominal dolorida y machucada, pérdida de tobillos, contracciones, AHHHHHHHHH ¡¡¡Y CARA DE TORTA!!! Se me había olvidado comentar ese pequeño detalle. He de explicarte que cuando una mujer da a luz desarrolla una serie de cualidades y o capacidades, de las que antes no disponía. Por ejemplo, la de termómetro humano. Una simple gesto de una madre es suficiente para saber la temperatura exacta de una persona febril. Basta con que una madre acerque su labio a tu frente ( o en su defecto la mano) para saber si su hijo tiene o no tiene fiebre. Además de esta cualidad innata, las madres desarrollan en el momento del parto la capacidad de saber cuando otras especies de su mismo sexo van a convertirse en madres. Me explico, una madre es capaz de adivinar cuando una mujer embarazada dará a luz, no es necesario mediar palabra alguna, ni un examen ginecológico, ni siquiera saber el tiempo de embarazo. A simple vista de pájaro y examinando únicamente su rostro puede deducir cuando la pobre mujer soltará a su criatura ¿ y cómo es posible? Te preguntarás tú. Pues porque las madres son así de sabias, y hay una ley no escrita y que por lo visto se cumple siempre, que lleva a deducir a las madres que aquella mujer embarazada con la cara, la tocha y los labios hinchados dará a luz en un breve y corto espacio de tiempo. Y tu madre ya ha perdido la cuenta de la cantidad de veces que paseando por la calle, y sin reclamar por otro lado esta información, ha tenido que sonreír ante la insistencia de otras madres:

- Uy, estás ya a puntito de dar a luz, hay que ver como tienes la cara ya, y la nariz, bueno, y la boca más aún, estás hinchada, hinchada.

Claro, tu aún no me conoces, para ti soy únicamente el ser bondadoso que carga contigo dándote toda clase de cuidados de lujo (acuérdate del pescadito y la frutita majo). No puedes si quiera imaginar que alguien tan encantador y dulce como es tu mamá pueda tener la clase de pensamientos que ahora mismo te relataré cuando escucha comentarios como esos… Mejor que no te los cuente no, si, va a ser lo mejor. Sólo te diré que es en estos momentos cuando un único pensamiento anida en la cabeza de tu mamá, una idea que retumba en las paredes de mi hipotálamo y que trate de abrirse paso a través de mi garganta: ¡LO QUE SE ME ESTÁN HINCHANDO SEÑORA SON LOS GÜEBOS, SABRÁ USTED CUANDO VA A SALIR EL NIÑO, SABRÁ USTED!!!

Disculpa mi vocabulario, pero hay veces, y hay personas, que lo demandan a gritos. Lo que intento decirte es que te estás perdiendo tantas cosas por empeñarte en seguir ahí dentro. Ya te ha dicho tu supertitaquerida del alma los kilos y kilos de besos y mimos que te esperan aquí fuera, sus nanas (ahí pequeñín te entiendo, hay pocas cosas que den tanto miedito como tu tía cantando, y mucho menos nanas que es justo lo último que vas a oír antes de quedarte dormido y te puede provocar unas pesadillas que ni nuestro vecino con slip y calentadores). Te espero yo, deseando darte la bienvenida al mundo y enseñártelo todo, y a veces las cosas no serán como esperabas o como quisieras pero tienes la suerte de llegar a una familia donde todo el mundo hará lo imposible porque tu mundo sea especial, aun cuando apenas puedas darte cuenta. Te espera tu papá, como loco por abrazarte y tocarte sin mi barriga de por medio, deseando cantarte muy bajito al oído porque le da vergüenza hacerlo en alto, deseando decirte una y mil veces que te quiere, porque sabe que te encanta, porque cuando lo hace ahora, y a pesar de estar ahí dentro, pareces oírle y te mueves hacia donde él mueve la mano. Te espera tus abuelas y con ellas los mimos infinitos a todas horas, sus deseos de complacer todos tus caprichos. Te espera tu tío Javi que lleva meses subiéndose por las paredes deseando conocerte y comerte a besos (no le tengas nunca en cuenta si algún día se empeña en contarte la historia del Pancorbo, Pancorvo o como se escriba). Te espera tu supertitaquerida del alma, deseando ver las excelentes notas que esperemos sacaras en tu primer examen, deseando llevarte de la mano a todos los sitios que han hecho que seamos como somos y que no podamos ser de otra manera, deseando enseñarte a ser como quieras ser, por muy raro que le parezcas a los demás.

Ya no nos queda nada por preparar, sólo cabe esperar una llegada que llevamos esperando desde hace semanas. Ahora sólo queda darte las buenas noches, desearte dulces sueños y decirte una vez más: Espero verte pronto.

martes, 23 de febrero de 2010

El infierno te espera

Estimado sobrino, yo sé que es una decisión harto complicada la de venir a este mundo, sobre todo después de escuchar el infierno espantoso que la matrona anunció te esperaba. Yo estaba a tu lado sobrino mientras esa señora narraba toda la clase de perrerías que le hacen a los bebés, no te digo más que estuve a punto de levantarme y cual “Pazos cabreado” espetarle: -Vamos a llevarnos bien, porque si no van a haber hondonadas de ostias aquí ¿eh? como yo me entere de que mi sobrino sufre lo más mínimo se va a liar la de sanredios, ¿hemos pillao el concepto?
Pongámonos en situación, tú acabas de salir por fin de ese espacio tan fantástico que es el útero de tu madre, que viene a ser una especie de spa insonorizado donde puedes comer y cagar sin tener que moverte del sitio. Ya de momento de desorientas, porque hay luces (dentro se está a oscuras), porque hay ruido (como poco tu madre gritando cual niña del exorcista) y porque hay más gente que en el camerino de los hermanos Marx que lo ha dicho la susodicha nombrada anteriormente. Sí sobrino sí, a tomar por saco tu momento de intimidad, allí está tu madre, tu padre, no sé cuántas enfermeras, la matrona , el señor del congelado y hasta Santa Gema en persona porque ya tu abuela habrá hablado con ella para que esté presente en tan importante momento. Te agarra la matrona todo sucio y apestoso, (no te olvides de que comes y cagas dentro) y toda esa mierda la sacas pegada al cuerpo, y ni corta ni perezosa te coloca encima de tu madre que estará sudorosa del esfuerzo (no todo el trabajo lo haces tú) y tremendamente mosqueada por los daños ocasionados por tu salida. Por no hablar que luego a tu padre le ofrecen el tremendo honor de inaugurarte, usease cortar el cordón umbilical, el cordón ese que no era una liana sino por donde te venia la comida.
Yo intento imaginarme a tu padre muy digno con las tijeras en la mano cortando el cordoncillo mientras dice: - Por la autoridad que me concierne queda inaugurado este niño, he dicho. Y esto no lo contaron pero yo he visto en la películas, que antes de colocar al bebé en la tripilla de la madre de turno le meten tremendo golpetazo en el pompis, que ya se puede cuidar la encargada de ese infame acto de ponerte la mano encima porque tu supertita querida del alma tiene un quitamanias para estos casos y tu tito Javi reparte unas ostias como panes… Empiezas a ubicarte y ¡¡ZASCA!! te quitan de encima de mamá y te hacen un examen ¡¡UN EXAMEN!!, ¿pero qué clase de desaprensivo le hace una examen a un bebé recién nacido? Pues un neonatólogo ¡¡UN NEONATÓLOGO!! Si sólo el nombre acojona. Se llama Test de Apgar, ¿test? vamos hombre, llamemos a las cosas por su nombre, E-X-A-M-E-N, pero si hasta te ponen nota del uno al diez. Que te digo una cosa, hay que ser un desaprensivo para hacerle un examen a un bebé, pero tú y yo ya hemos hablado de los collejones y ojito con sacar menos de un siete de nota si no quieres que te caiga el primero. Pasamos el examen con sobresaliente, yo confío en ti sobrino, y llega una enfermera y te pone colirio en lo ojos, ¡¡COLIRIO EN LOS OJOS!! ¡¡¿ES QUE NO SE VAN A CANSAR DE TORTURARME? pensarás tu sobrino, no, no van a cansarse, luego te miden, te pesan y te toman las huella dactilares, como si fueras un vil delincuente, cuan crueldad con un ser indefenso que acaba de nacer, y para rematar te calzan un body espantoso, porque seguro que es espantoso, y de paseo para la habitación a esperar a mamá, (por esto último del body no te preocupes porque ya tu supertita querida del alma te ha comprado un modelazo divino para que salgas del hospital mas guapo que un San Luis)

Y aquí ya por fin se acabaron los sufrimientos, de momento, sólo de momento….
Volviendo al principio sobrino, yo sé que es una decisión harto complicada venir a este mundo, lo sé, pero no puedes estar ahí eternamente y mucho menos sin pagar alquiler. Créeme que luego te va a merecer la pena, porque después de ese mal trago, que ya digo yo que no durará más de unas horas (esto también lo dijo la matrona) lo que te espera aquí es muchísimo mejor todavía que lo que hay ahí dentro. De momento el tema comer y cagar sin moverte del sitio está solucionado, para comer tu madre te acercará a su teta y tú no tienes mas que succionar y listo (no es tan cómodo pero joder algo tendrás que poner tu de tu parte) y el tema cagar también sin problema, el tito Javi se ha hecho con un cargamento industrial de guantes para que te cambiemos cuantas veces quieras sin que tu tengas que hacer nada. El tema silencio y oscuridad es un poco más complicado pero ya te digo yo que cuando veas el sol y escuches a los Orishas nunca más querrás que haya oscuridad ni silencio. Y a parte de todo esto, habrá un millón de cosas estupendas: Kilos de besitos, mimitos a cascoporro, ver como tus abuelas pierden toda la vergüenza y hacen cucamonas como si les fuera la vida en ello para que rias, oir a tu supertita querida del alma como se desgañita intentando cantar una nana o a tus padres blasfemar en arameo cuando decidas que la noche no se ha hecho para dormir, y tanto tanto tanto pero tanto tanto tanto amor a tu alrededor que el pequeñito espacio que tenías en el útero de tu madre te va a parecer grande…
Así que yo creo que después de todo esto que te he contado, podrías tener el detallazo de hacer acto de presencia como diría tu madre ¡¡¡PERO YA!!! primero porque todos nos morimos ya por verte la cara y segundo porque tu madre está hasta las pelotas de cargar contigo, ojito que no es que no te quiera, que tu madre te adora y eso que aún no has nacido, pero llevar dentro una bestia parda que por la noche convierte su útero en una fiesta rave agota a cualquiera. ¿Nos vemos entonces mañana?

miércoles, 10 de febrero de 2010

TU PRIMER VIDEO

Como el video entero de la ecografía es infumable (salvo para los más allegados) aqui te dejamos un resumen de la primera vez que te vimos. La obra maestra es el resultado del tiempo libre que tiene tu madre, que ahora que está de baja es muchísimoooooooooooo.

martes, 9 de febrero de 2010

UFFFFFFFF POR LOS PELOS!!!

Y nunca mejor dicho, por lo pelos, porque si la Seguridad Social se descuida un poco más el día del parto te recibimos con las muletas puestas. Bueno, más bien tu papi te recibe con ellas puestas. ¡¡¡Tachán tachán, que repiquen las campanas que después de mucha espera por fin tu papá ha pasado por el quirófano!! Ha costado lo suyo, ¡¡ Y TANTO QUE HA COSTADO!! Que allí echamos horas para aburrir la abuela Antonia y yo sacando brillo a esas cómodas sillas (comparables a las sillas que hay al final del corredor de la muerte que tanto gusta a los ciudadanos de Wisconsin). Un chorreo de horas rodeadas de lo que viene a llamarse en Cuba “la bajitez”. Aun a riesgo de lesionarnos para siempre las lumbares y con evidentes secuelas (nuestras posaderas nunca volverán a ser las mismas) llegamos a casa con el pobre cojito que subió los tres pisos (SIN ASCENSOR) no sin dificultades. La noche la pasó el enfermo bastante mejor que quien suscribe que no sólo no pegó ojo en toda la noche sino que además ha tenido que hacer el sobrehumano esfuerzo de tirarse de la cama a las siete de la mañana y arrastrarse a la ducha para encaminarse a una nueva cita con el ginecólogo.

Te explico, el ginecólogo es ese amable señor que sale en las películas capaz de convertir el traumático momento de sentarse en ese artefacto similar a un instrumento de tortura de los años de la Santa Inquisición (hoy en día se llama potro pero da el mismo miedo) en una experiencia maravillosa y nada terrible. En la vida real es un señor que suele poner bastante nerviosas a las personas como yo, es decir, a ese tipo de personas para las que sentarse en un potro de tortura frente a un desconocido y divisar en la lejanía del suelo la ropa interior de una misma es aterrador.
Mi ginecólogo además tiene la particularidad añadida de ser un señor bastante rancio, indiferente y algo desagradable en el trato. Comprenderás entonces las ganas que tenía yo de enfrentarme a semejante espécimen después de la nochecita toledana que he pasado. Resumo la jornada mañanera aclarando que una vez más la visita ha sido la mar de gratificante (a pesar de todo), sigues estando la mar de sanito, y ya eres una personita de 44,7 centímetros ¡¡ UN NIÑO DUENDE!! Y aunque tu abuela Luisi y tu supertitaquerida del alma insistan en que eres pequeño la verdad es que eres todo un hombrecito (que jodías, como no son ellas las que tienen que parirte)
No nos han dado recuerdo de tu último posado, el ecógrafo debía ser de la misma estirpe de gente agradable que el ginecólogo, pero para que te hagas una idea de lo precioso que estás aquí te dejo tus últimas instantáneas. Debajo de toda esa piel estupenda e hidratada hasta la saciedad estás tú.


DUERME DUERME QUE SE TE ACABA EL CHOLLO

“Duerme duerme, que luego se te acaba el chollo”. Ese chollo al que tanta gente se refiere querido pequeñín no es otro que el que provocan cada noche tus patadas en mis costillas. Tus envites cerca de mi esternón. Los ardores que el estiramiento de mi útero ha producido obligándome a vivir con la sensación de ser el dragoncito de Mulán (aún no tienes el placer de conocer a semejante personaje pero ya habrá tiempo de ponerte al tanto de toda la colección Disney que tu madre atesora casi bajo llave). Ese reflujo desagradable que circula libremente por mi garganta a altas horas de la madrugada. Estos, y otros tantos (hinchazón en las manos, en las piernas, calambres, pesadez, una vejiga que parece estar a punto de reventar en cualquier momento, la sensación de llevar una bola de bolos en un lugar que por razones obvias no voy a explicar etc…) todas estas bonitas sensaciones forman el chollo que dentro de unas cuantas semanas, cuando decidas hacer acto de presencia, voy a perder. ¡¡Voy a echar todo esto tantísimo de menos!! He de prepararme entonces para lo peor, y no dejo de preguntarme ¿y qué será lo próximo? ¿Vas a clavarme agujas debajo de las uñas? Después de varios días sin pegar ojo y con claros síntomas de cansancio acumulado empiezo a dudar seriamente que lo peor está por llegar ¡¡LLÁMAME INGENUA!! Prefiero pensar que vas a ser un niño modélico que sólo abrirá la boca cuando tenga ganas de comer y que heredarás de tu mami esa pasión por la cama.
En otro orden de cosas y para ponerte un poco al día (no hemos dejado de escribirte por falta de ganas, sino más bien, en mi caso por lo menos, por falta de coordinación, es lo que tiene no pegar ojo por las noches) te diré que oficialmente ya estás preparado para salir de ahí en cualquier momento, por lo que la pregunta no se hará esperar ¿piensas estar ahí dentro mucho tiempo más? Yo lo digo más que nada por informarme, que no es que molestes ni nada de eso (sería mi última intención tener que ponerte de patitas en el paritorio), sino más que nada porque la gente ya tiene ganas de conocerte pequeñín, y además no debes estar muy cómodo ahí dentro a juzgar por el espacio reducido (que debe ser muy reducido y te debe costar moverte, sólo así se entenderían esos golpes).

Ya está todo preparado para darte la bienvenida, la habitación preparada (papá te ha construido toda una suite de lujo), tu lista de nacimiento encargada (que no se diga que tu eres menos que los hijos de Jennifer López que también tuvieron una) claro que la de ellos se encargó en Dior y la tuya en Baby Moon.







Ahora que una cosa te digo, tienes un vestidor y una colección de zapatos que ya los querría para si la mismísima Paris Hilton (bueno, seguro que ella no ha visto en toda su vida tanta ropa interior junta).

Tienes una madre tan organizadita que ha ordenado los cajones por edades y complementos, y es muy importante que recuerdes algo ¡¡¡VAMOS A MANTENER EL ORDEN SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE, ¿VERDAD?!!!!
Aquí dejo las fotos de tu habitación, con un pequeño pero valioso consejo que algún día te será la mar de útil: ¡¡¡ LAS CÁRCELES ESTÁN LLENAS DE NIÑOS QUE PENSARON ALGÚN DÍA QUE SERÍA BUENA IDEA PEGAR PEGATINAS EN LOS ARMARIOS DE SU HABITACIÓN Y DIBUJAR EN LAS PAREDES Y DESORDENAR LOS CAJONES QUE TAN AMOROSAMENTE ORDENADORES SUS MADRES UNA VEZ!!!!