Que deprisa pasa el tiempo mi niño cuando eres feliz, sin apenas darnos cuenta hemos vivido mas de lo que otros vivirán nunca, la primera sonrisa, las primeras lágrimas, el primer susto, la primera noche en vela, la primera carcajada. Han sido siete meses llenos de anécdotas, de descubrimientos para los dos, de horas y horas dedicadas a conocernos, a querernos, a olernos y mirarnos sin poder apartar la vista el uno del otro. No cambiaría absolutamente nada de esos siete meses. Que razón tienen los que avisan que los bebés no traen libros de instrucciones, pero es precisamente eso lo que hace todo esto más especial de lo que ya es por si sólo. Todas esas primeras veces siguen siendo tan mágicas como lo fueron otras y descubrirlas cuando menos te lo esperas continua siendo la aventura más emocionante que los dos viviremos nunca, la pena es que tú nunca lo recordarás así. Vas creciendo despacio, pero así sigue siendo demasiado rápido para mí, no se en que momento dejaste de ser un recién nacido para convertirte en el bebé más simpático y precioso del mundo que es capaz de enamorarnos a todos dedicándonos una de tus miles de pedorretas. Ha sido un camino largo hasta aquí, no voy a negarlo, pero repito que no cambiaría ni uno sólo de esos momentos.Has pasado de tener un pánico atroz al agua (aun se me ponen los pelos de punta al recordar tus primeros baños) a estar prácticamente a la altura de Jhonny Weismuller en apenas unas sesiones de natación. Eso el día que estás de buenas claro, también has tenido tus días y te has quedado dormido en la piscina que también manda narices…Has aprendido las sabias enseñanzas de tu supertita querida del alma, el agua es para las ranas, no quieres tener contacto alguna con tan rica fuente de vida, así pasa lo que pasa, que entre los cereales y la fruta tienes un tapón hijo que nos hace pasar unos tragos a tu tía y a mí que ni te cuento. Con sólo siete meses ya has sido protagonista de tu propio cuento, El Ceniciento, y hasta firmado y dedicado se los has entregado en persona a tu madrina.
Tus dos primeros dientes han asomado ya después de mucho babeo, para desgracia de mis pezones y para fortuna tuya claro, ahora ya puedes devorar aspitos, aquí te dejo el recuerdo inmortalizado de tu primer aspito…Todo un acontecimiento.Ojala estuviese en mi mano detener el tiempo, seguir a tu lado descubriendo día tras días esos pequeños tesoros de la vida, poder dedicar hasta el último segundo que tengo libre en contemplarte al dormir, en jugar contigo por las mañanas con la primera sonrisa del día, en emular a piratas a la hora del baño, en inventarme cuentos absurdos a la hora de dormir, en cantarte canciones cuando no puedes dormir. Pasa el tiempo tan deprisa que antes de que nos demos cuenta todo esto serán meros recuerdos, sólo espero que al menos esto te ayude a entender que estos recuerdos, mis recuerdos, mis pequeños tesoros hicieron y hacen que mi vida sea perfecta.

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